Insignia del grupo de élite de las Brigadas Voluntarias Forestales, integrado por 8
voluntarios,
estaban entrenados para saltar desde 2 metros de altura en los lugares
donde el
helicóptero no podía posar sus patines, las herramientas iban en un canastillo
en la parte
inferior del fuselaje, también llevaban 2 bombas de espalda y equipos de
radiocomunicación
en VHF, el grupo operaba desde el aeródromo de Rodelillo.
Aparte de
efectuar ataques directos a focos de incendio incipientes, también preparaban
pistas de
aterrizaje para permitir el aterrizaje del helicóptero y de esa manera
facilitar el
arribo y operación
de las Brigadas Voluntarias Forestales en lugares de difícil acceso.