Chicharrón y Doraliso eran los apodos con que habitualmente los llamábamos, ha sido imposible
acordarnos de sus nombres, eran casi unos niños, pero buenos para trabajar, sobre todo Doraliso.
Atrás es posible ver la copa para el agua que abastecía el campamento en la Reserva Peñuelas, en
el verano de 1972. Doraliso efectuaba una especie de baile indio a la luz de la fogata en las noches
de campamento, era muy divertido.