Anécdotas hay muchas
y trataremos de irnos acordando de ellas, si fuiste uno de los nuestros,
escríbenos a volfor1971@ hotmail.com y relátanos lo que te acuérdes.
En el campamento de la Reserva Forestal de
Peñuelas, no llegaron las vituallas y todos tuvimos que comer durante 2 días
solamente sémola con leche, verano de 1971.
Una noche en el
campamento de Reñaca Alto, sufrimos el ataque de jóvenes pobladores del sector,
los cuales estaban enojados por el relativo éxito que tenían nuestros
voluntarios con las niñas de los alrededores.
Generalmente después
de estar combatiendo durante todo el día, lo normal era tomarse (beberse) un
casco de agua de una sola vez, para lo cual se llenaba el casco, lo que hacía
un volumen de agua de unos 3,5 litros aprox. y esto era para empezar... ya que
la cantimplora no alcanzaba para toda la jornada.
En un incendio en los cerros del fundo
"La Vinilla Sur" en Casablanca, la necesidad de beber agua fué tan
imperiosa que todos mascamos la carne de unos cactus que había en aquél lugar y
fué la solución de nuestros problemas, verano de 1972.
En otro incendio acaecido en los altos
cerros de Collygüay, llegó transportado por el helicóptero un fondo con pollo
al limón, obviamente después de aquél banquete tuvieron que pasar un buen par
de horas para recomenzar el trabajo, verano 1974.
Nuestro jefe máximo
Raúl Molina Bustos (CONAF) junto con varios voluntarios, debido a un cambio
súbito del viento, quedaron encerrados por el fuego en una situación en que
muchos de ellos pensaron que era terminal, de repente entre medio de los
matorrales apareció un campesino quién les indicó por donde existía una ruta de
escape, verano de 1972.
El Voluntario "Chicharrón"
como observador aéreo junto con el piloto Sergio Neale salieron a efectuar un
patrullaje en helicóptero, retornando de esta misión el motor sufrió una falla,
estando sobrevolando una porción de mar en la costa de la ciudad de Viña del
Mar, con la pericia y experiencia de Sergio lograron efectuar un aterrizaje de
emergencia en plena Avenida Perú, el piloto mientras controlaba el aparato iba
recomendándole a "Chicharrón" que apenas el "pájaro" tocara
el suelo, debía salir y correr lo más lejos posible, cosa que nuestro
Voluntario acató obediéntemente, según el piloto, él levanto la vista después
de asegurar la aeronave y pudo ver al voluntario parado en la vereda del frente
saludándolo con la mano. De más está decir que el suceso tuvo amplia cobertura
periodística, hay que comentar que el acidente fué alrededor de las 16:00 horas
en plena temporada de verano y con la calle llena de veraneantes, verano de
1972.
Estando operando en
la zona de Valparaíso y Viña del Mar, un avión Canso canadiense, con
tripulación de ese mismo país, se dio el caso que retornando de un incendio
ubicado en una zona alejada, no tuvo donde lanzar el agua, situación
relativamente normal por lo que los pilotos efectúan un lanzamiento sobre el
mar o sobre un sitio despoblado, el tema es que comenzando a sobrevolar la
ciudad de Viña del Mar, el piloto se dio cuenta que estaba en desarrollo un
incendio estructural el cual estaba afectando a una manzana de edificaciones,
donde los esfuerzos de los bomberos no daban sus frutos, ni corto ni perezoso
inició el procedimiento de aproximación para efectuar el lanzamiento, hay que
aclarar que no solicitó autorización a la central de incendios para este
procedimiento, finalmente hizo el lanzamiento de alrededor de 4.500 litros de
agua sobre el incendio en cuestión, debido a lo cual este instantáneamente
quedó apagado, minutos después se presentó en la central de incendios
forestales el comandante del cuerpo de bomberos de Viña del Mar quién venía
indignado por esta “ayuda” caída del cielo, con mucha razón adujo los peligros
a los que estuvieron expuestos los bomberos, al recibir la descarga de 4.500
litros de agua lanzados a una velocidad de 200 Km./hora, verano de 1974.
Existían
varias rutas por las cuales se efectuaba el patrullaje aéreo, el cual
utilizando aviones arrendados al Club Aéreo de Valparaíso era realizado por
nuestros voluntarios capacitados especialmente para este cometido, nos
acordamos de algunos de estos pioneros, por ejemplo, Fernando Vladimir Miranda,
Raúl Barahona Pérez, Sergio Del canto, Alfonso Silva.
Se
definieron dos tipos de vuelos, uno era el vuelo de detección para descubrir
fuegos incipientes al interior de bosques y zonas con vegetación y el otro era
para dirigir y controlar la gestión de recursos terrestres y aéreos en
incendios ya declarados y de relativo tamaño, también el sobrevuelo a los
incendios permitía hacer de estación de relevo para las comunicaciones radiales
entre los combatientes en tierra y la central de operaciones de CONAF.
Aeródromo de Rodelillo
Piper Cherokee
Cessna 172
En la foto se pueden ver los efectos de
un
incendio que amagó las
instalaciones del
aeródromo.